El campo de batalla es hoy virtual e informativo

Por Leyser Martínez

Habría que definir unidad, porque también es importante el individualismo, y el respeto mutuo sobre cada opinión y criterio. Pero si algo hay que unir es el objetivo y el civismo, el compromiso y la acción, sugiero poner en la misma frecuencia cada intención, sin oportunismos ni extremos, conformar una inteligente manera de proceder, cada cual con sus recursos y estrategias, todas válidas y legales, y no darle comidilla amarillista a quienes cuelgan el cartel de agresivos y trogloditas al exilio. Dar mucho apoyo a la disidencia y la blogosfera dentro de la isla. Canalizar sus voces y mensajes. Informar vía internet y mediante todos los medios posibles a la opinión pública internacional sobre los verdaderos sucesos en Cuba, sobre la violación constante de los derechos humanos y propagar con evidencias tales violaciones. Sembrar en el pueblo cubano, tarea titánica, la importancia de la necesidad de cambio político, no solo económico, pues una apertura únicamente económica desembocaría en un capitalismo de Estado fatal para el objetivo final, la democracia y la libertad total del pueblo cubano. El campo de batalla es hoy virtual e informativo, lo que ellos llaman guerra mediática no es más que la ventana abierta de par en par, incontrolable, que el internet ha significado para la delación de las violaciones que antes quedaban en silencio, respaldadas por el hermetismo nacional. El Internet es un arma que aunque suele favorecer a ambas partes del conflicto, la ventaja es nuestra.

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