La unidad

Por Carlos Carralero


¿Qué considera necesario para alcanzar la unidad?

La unidad (de los cubanos) ha sido tema de obsesión en mi existencia desde que vivo en exilio. En Cuba pensaba que la falta de unidad se debía el terror. Aquí en Europa he cobrado conciencia de las dimensiones dramáticas que ese concepto alcanza a la hora de aplicarlo a los cubanos.

La unidad de los cubanos debe asumirse, para luego entenderse, con abierto espíritu de relatividad. Se trata de una matemática aplicada a la conciencia humana. Cifras: de cubanos capaces, de cubanos de buena voluntad, de cubanos con dignidad, de cubanos amantes de la libertad, de cubanos convencidos de que este es la mejor opción para terminar con esta pesadilla. No podemos esperar que esta convicción llegue a millones.

La unidad en los cubanos es un fenómeno que ha nacido en la conciencia y crece a partir de ella. Ya somos varios los que hablamos de esto, miles, diría yo, los que luchamos por esto en el exilio y algunos cientos o quizá miles en Cuba. Nunca una revolución cultural o social ha sido realizada por la mayoría, por la totalidad de un pueblo.

Nosotros somos ya, una cantidad suficiente para crear la conciencia a otros de que la unidad es la mejor de todas las maneras de luchar contra un enemigo difícil como el nuestro: sin escrúpulos, con muchos cómplices y con mecanismos diabólicos que hacen que todo lo que no parta del régimen constituya un delito, si no se acepta.

La pequeña organización que un grupito de cubanos y algún raro ialiano fundamos en Italia hace algunos años, lleva un apellido largo: por las lIbertades en Cuba. El nombre de bautizo se lo di yo, “Unión” –y tiene origen en esta obsesión- que surge a partir de la conciencia de que la clásica frase usada por algunos cubanos es cierta: “A los cubanos es fácil reunirlos, muy difícil unirlos”.

Los grandes dictadores, estudian las características principales de los pueblos que pretenden dominar. Castro se estudió muy bien las de los cubanos y si una cosa le ha salido bien es la de dividir a su pueblo en varias fracciones. Exilio, nación y estas a sus vez divididas varias veces empezaando por la casa, el Comité de Defensa, etc. Ahora quiere el régimen convertir a la Florida en la Hong Kong cubana. Encontré una analogía entre el drama cubano y el de los hebreos en los tiempos de Moisés. Castro es el desierto, la Unidad de los cubanos es el río Jordán.

Sepan cubanos de buena voluntad, agentes infiltrados, cómplices, frustrados y oportunistas declarados, que nuestra revolución ya hace rato partió de nuestra conciencia y tiene atravesado el ya escuálido desierto. Fidel Castro. Falta poco para el río Jordán. No permitamos que al llegar muchos se ahoguen con la sangre. En pocas palabras: ¡Sigamos madurando el concepto porque lo gestamos, lo parimos y lo estamos creciendo. Trasmitámoslo a otros y no nos dejemos dividir por nada ni por nadie. Esa es la receta para llegar a la unidad!


¿Qué sugiere para lograr el cambio y la unidad de Cuba?

Para lograr el cambio hace falta llegar a la unidad, para llegar a la unidad, tomar todos este concepto como una obsesión. Hace rato yo estoy obsesionado con esta idea. El nombre de mi organización es el ejemplo, la acción de tal aseveración .

¿Considera que las acciones en internet son útiles para divulgar y sensibilizar a la opinión mundial sobre la violación de los derechos humanos en Cuba?

Castro muchas veces con su poder aplastante ha sido acusador y testigo en procesos y en acciones sucias. Por ejemplo en el juicio a Hubert Matos. Era primer ministro, comandante en jefe, acusador, testigo, juez y fiscal. Internet lo ha sustituido de manera inversa. Lo acusa, sirve de testigo, lo juzga, lo condena y lo deja sin palabras –aunque ya todas las ha gastado en casi medio siglo de desmanes y desproporciones- sin argumentos, sin retórica. ¡Viva mi amigo “el Internet”, aunque yo no sea muy ducho, muy cariñoso con él!

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